La Protectora
La protectora ha ido creciendo desde que se fundara allá por 2004. Las instalaciones se encuentran cerca de Santa Eulalia y son atendidas íntegramente por voluntarios. Todas las mañanas nos dirigimos a la protectora para cuidarlos, limpiar, dar de comer a los animales, acariciarlos, jugar con ellos, verlos jugar y quererlos. Todos tenemos un perro favorito allí que nos llena de alegría compartir momentos con él todas las semanas.
La misma alegría que, cuando se van, recibimos fotos de su nuevo hogar y su nueva vida. !Qué sensación esa! En ese proceso vemos como los perros entran a veces asustados, a veces esqueléticos, a veces simplemente abandonados... hasta que poco a poco se hacen sanos, confían en tí, se acercan cada vez más, te esperan e incluso abalanzan sobre tí buscando ser acariciados. Porque en esa soledad estos animales necesitan a una persona a su lado que les de cariño.
Una vez al mes se organiza un transporte hacia Alemania y Suiza, en donde los afortunados cambiarán su vida de encierro y frío por otra llena de amor y comodidades de un hogar.
Y aquí encontrarás además tu futuro perro, un buen compañero que nunca te defraudará. Tienes muchos donde elegir, grandes y pequeños, machos y hembras, pero todos con algo en común, que necesitan esa segunda oportunidad en la vida. Y todos los que están aquí se la merecen.